RAÍCES DE DOLOR

foto tomada de aldianws 

Colombia, país nacido de la guerra, la delincuencia, la violencia; un país tan hermoso y sin igual en el cual tristemente sus raíces fueron gestadas por batallas despiadadas donde la sangre fue el actor principal de la modernización, nuestros jóvenes han sido expuestos a lo largo de los años a conflictos los cuales no entienden, pero que de alguna u otra forma resultan involucrados.

El conflicto desatado persiga la sombra de la juventud que entre el paso de generaciones intenta olvidar lo sucedido en historias ya pasadas, que nos marcan y seguirán con nosotros hasta el final de los días, sin embargo, mientras muchos tratan de mejorar y encontrar un mejor mañana; otros siguen con el espectro del pasado que, aunque muchos desconocían es nuevamente mostrado como un show para la diversión por medio de la televisión.

En la actualidad, con el fácil acceso a los programas de entretenimiento, es casi imposible ponerle límites o restricciones a lo que ven los jóvenes y niños frente a sus pantallas, siendo esto aprovechado por las grandes industrias, las cuales saben que el morbo vende, y vende bien.

Por lo que sin pudor alguno deciden exhibir la historia de la peor manera, enseñando a delincuentes, criminales y asesinos, como héroes incomprendidos, mostrando lo ¨cool¨ que puede llegar a ser la delincuencia, o caricaturizando como un asesino serial puede ser un héroe en la sociedad por matar gente sin piedad.  

Es absurdo ver como se mofan en la historia del país y se burlan de las víctimas de la violencia, mostrando a los victimarios como los afectados de una historia donde ellos fueron quienes destruyeron la paz de muchas personas por su beneficio personal.

Es tan incoherente ver como los niños quieren ser más que un doctor o un abogado, un capo de la mafia porque es ¨divertido¨ y todo se trata de armas y dinero.

Es entonces cuando debemos preguntarnos como sociedad ¿Qué estamos haciendo?, estamos permitiendo que el asesino pase a ser alabado y las víctimas a ser juzgadas, siendo que, los verdaderos pecados no pueden ser borrados, como sociedad debemos dejar de darle prioridad a los programas que por dinero exponen historias que no son fantasías y que en lugar de alabar a un comportamiento perturbado tendríamos que ser conscientes de los daños que como una sociedad esas personas nos han causado.

La realidad trasciende la ficción cuando lo que es para muchos un acto repulsivo, expuesto por otros como un acto divertido, festejamos la sangre sobre las lágrimas de los caídos, demostrando que como sociedad no tenemos conciencia en ningún sentido.

 

Una nota de cristal de, Miguel Ángel Narváez Estrada
Instagram: @NZMiguel_1409
Revista Juventud, Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción.
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