
NERUDA Y VÍCTOR JARA, ETERNOS.
“SIQUIERA SE MURIERON LOS ABUELOS” digo cuando la horrible muerte nos visita. Hoy, más de medio siglo después de su suicidio, pienso que siquiera se murió Violeta Parra, sin ver como se masacró a su pueblo. Vestidos de sonrisa y llanto, viajaron Neruda y Víctor Jara, a tomar pisco de uva, en la carpa de…